Uno de los principios que regían el vestir de las y los cantantes de huayno, era llevar y lucir los trajes típicos de las regiones a las
que ellas representaban,un claro ejemplo de ello es el vestuario usado por la Princesita de Yungay, así pues, esta cantante cuenta con una colección de diferentes vestuarios pertenecientes a las distintas
localidades de la región Ancash, su lugar de nacimiento.
¿Pero qué sucede hoy? Esta expresión
de regionalidad que antes se manifestaba a través de todo el vestuario , actualmente se
traslada y resume en los bordados que componen la pollera. Toda esa complejidad
estética, antes diferenciada regionalmente, hoy ha encontrado un nuevo lienzo:
la pollera talqueada.
La tendencia actual en el diseño y bordado de polleras consiste en tomar
distintos iconos de cada región (ya no de una sola región) pueden ser flores, animales, paisajes, restos
arqueológicos, juntar todos estos símbolos en un solo lienzo, ir creando conceptos, renovando estéticas. Es espacio de confluencia, es donde hoy se reconstruyen las nuevas narrativas
estéticas de este huayno contemporáneo. Son entonces estos espacios simbólicos (las polleras)donde se
inscribe un nuevo lenguaje que ya no se ajusta a reglas tradicionales que
indican cómo vestir. Son ahora las propias cantantes junto a sus bordadores, los
que deciden de acuerdo a la “tendencia” sumada al gusto personal, cómo se
compone este nuevo lienzo. Es así que, actualmente, podemos encontrar una gran
variedad de íconos y diseños de diferentes culturas, regiones o países en los
bordados en una pollera: rosas, palomas, colibríes, el nombre de la cantante,
la imagen del Señor de Sipán, Machu Picchu, la Laguna de Llanganuco, La Portada
del Sol, el Escudo Nacional, incluso una Estatua de la Libertad; todo esto en
una sola pollera, en un mismo espacio global.
Video: Trailer del corto "Bordando los nuevos ritmos del huayno"